El Boletín Semanal del Proyecto de Solidaridad con México

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9 de octubre de 2024 

¡Adiós AMLO! El Fin del Principio

Meizhu Lui, para el equipo editorial

¡Adiós AMLO! El Fin del Principio: Foto por Carl deSouza/AFP via Getty Images 

Debo admitir que se me saltaron las lágrimas y se me llenaron los ojos de estrellas al ver a AMLO dar su último Grito para defender la independencia de México y honrar a sus héroes revolucionarios. Desde el balcón del palacio, habló ante una enorme multitud de ciudadanos con lágrimas en los ojos abajo en el zócalo. Cuando terminó el tradicional toque de campana y el ondear de la bandera, él y su esposa se quedaron mirando el espectáculo de fuegos artificiales. Al verlos desde atrás en el video, enmarcados por cortinas, ¡no me habría sorprendido si hubieran volado desde el balcón hacia la luna!

Los seis años de AMLO pasarán a la historia como una verdadera “cuarta transformación”, una revolución pacífica pero decisiva que inició un proceso de transformación de la pirámide social y económica de México. Como este momento de transición es tan importante, nuestra entrevista de esta semana es más larga de lo habitual. ¿Y quién mejor que Edwin Ackerman para explicar los logros sin precedentes de AMLO?

En los últimos años, hemos entrevistado a activistas que no siempre estaban contentos con AMLO: feministas, familiares de desaparecidos, organizadores sindicales independientes, zapatistas. Sus críticas tienen fundamento en los hechos. AMLO tenía sus defectos; es humano: no puede volar a la luna. Heredó un gobierno corrupto y solo tuvo seis años para desmantelar algunas de las estructuras que lo permitieron.

Ahora la responsabilidad recae en Claudia Sheinbaum. AMLO sentó las bases; ella promete construir “el segundo piso”. Y cuando AMLO se despida, el pueblo mexicano gritará su nombre, un honor bien merecido entre los héroes nacionales celebrados en El Grito.

¡Viva AMLO! ¡Viva México!

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México en Ascenso: Un Giro a la Izquierda Bajo AMLO

Nacido y criado en Tijuana, Edwin F. Ackerman es un historiador que estudia cómo se forman las identidades políticas y los partidos y cómo funcionan. La revista Jacobin, NPR, Democracy Now y otros medios de comunicación han solicitado su experiencia. Actualmente, en la Escuela Maxwell de Ciudadanía y Asuntos Públicos de la Universidad de Syracuse, es el autor de Origins of the Mass Party: Dispossession and the Party-Form in Mexico and Bolivia (Orígenes del partido de masas: desposesión y la forma de partido en México y Bolivia). Este análisis se amplía en su reciente artículo en Catalyst.

AMLO deja el cargo con un índice de aprobación de casi el 80%, y su sucesor y su partido derrotaron a la oposición neoliberal. ¿Qué quería lograr AMLO durante su presidencia?

AMLO imaginó su victoria de 2018 menos como un cambio de gobierno que como un régimen transformador. Al salir del escenario político, ¿se debe el creciente éxito electoral de Morena al surgimiento de un contrato social completamente nuevo? ¿Puede la izquierda consolidar la Cuarta Transformación?

El ascenso de AMLO debe situarse en el contexto de la trayectoria de la izquierda mexicana durante la era neoliberal. Quiero señalar tres puntos generales. El primero es que la característica distintiva del proyecto de AMLO es la forma en que reformuló la política anticorrupción en una dirección progresista. En segundo lugar, basó sus políticas y acciones reales en un diagnóstico de la corrupción como una economía política neoliberal específica, no como una serie de escándalos aislados o fallas morales, sino como una lógica particular de acumulación de capital que necesitaba ser abordada como un sistema. En tercer lugar, el mandato de AMLO se entiende mejor como posneoliberal en lugar de como una ruptura total con las políticas neoliberales (el libre comercio global, por ejemplo), que son irreversibles. Su objetivo era reformular la relación entre el Estado y el mercado en una sociedad que ya había cambiado profundamente por décadas de neoliberalismo.

¿Cuáles fueron los fracasos de la izquierda electoral durante el período neoliberal, desde la década de 1980 hasta la elección de AMLO en 2018?

La administración de AMLO es un ejemplo tardío de los gobiernos de la “marea rosa” que arrasaron Sudamérica a principios de la década de 2000, pero que nunca llegaron a México. ¿Qué tuvo México de particular que explique esto?

El PRI gobernó México sin interrupción desde 1929 hasta 2000. No mantuvo el poder solo a través del fraude y la represión. También creó una densa red de relaciones corporativistas y clientelistas, lo que le permitió cooptar a los líderes obreros y campesinos de base emergentes. En otras palabras, los sectores teóricamente más propensos a la movilización opositora de tendencia izquierdista ya estaban organizados bajo el PRI.

Un pensador marxista mexicano, José Revueltas, explicó una vez que el PRI “puede penetrar sus filamentos organizativos hasta las capas más profundas de la población y así impedir el desarrollo de la política de clase”. Como consecuencia, la izquierda mexicana se desarrolló sin una base social y sin un programa coherente.

El giro radical del PRI hacia el neoliberalismo en la década de 1980 dejó aislada al ala nacionalista del partido, lo que finalmente provocó una ruptura total; quienes se fueron, incluido AMLO, formaron el partido de centroizquierda PRD.

El PRI presidía una economía mixta de Estado y mercado (público-privada). A medida que el partido consolidaba el poder mediante acuerdos corporativistas, las empresas estatales y el liderazgo sindical se convirtieron en sinónimos de despilfarro, mala gestión y corrupción. Luego, en las décadas de 1980 y 1990, el partido PAN abogó por combatir la corrupción mediante el desmantelamiento de entidades públicas como la empresa petrolera nacional Pemex y la apertura de la economía a la privatización y la competencia de mercado. Esas ideas impulsaron al PAN a la victoria electoral entre 2000 y 2012.

El PRD tuvo un éxito electoral limitado; la victoria más significativa fue la elección de AMLO como alcalde (gobernador) de la Ciudad de México. Cuando el PRD viró a la derecha, colaborando con el presidente Enrique Peña Nieto en importantes reformas neoliberales, AMLO se fue y registró a Morena como partido en 2014.

Así que el pueblo mexicano finalmente rechazó al PRI en 2000 debido a su disgusto con la corrupción estatal; el mercado privado parecía ser la respuesta. ¿Cómo cambió AMLO la forma en que se veía la corrupción?

El presidente Peña Nieto del PRI, dejó el cargo con el índice de aprobación más bajo registrado: 24 por ciento. Esta desalentadora cifra reflejó, entre otras cosas, el descontento generalizado derivado de una serie de escándalos de corrupción de alto perfil que llegaron a definir su administración.

La lucha contra la corrupción se convirtió en el componente principal de la campaña de AMLO y de su programa económico. Su campaña se centró en tres cuestiones: acabar con la corrupción, recuperar la paz y utilizar al Estado como motor de políticas económicas redistributivas. Consideró que estas cuestiones estaban fundamentalmente conectadas: la corrupción paralizaba la capacidad del Estado para dinamizar la economía, y el crecimiento del crimen organizado era consecuencia del abandono del papel redistributivo del Estado.

Un aspecto central de esta comprensión fue su afirmación de que el neoliberalismo se define por la corrupción. Como lo expresó en su discurso inaugural: “Insisto en que el sello distintivo del neoliberalismo es la corrupción. Suena duro, pero la privatización en México ha sido sinónimo de corrupción. El poder político y el poder económico se han alimentado y nutrido mutuamente, y el robo de los bienes del pueblo y de la riqueza de la nación se ha establecido como el modus operandi”.

Esta visión contrasta con la visión neoliberal del PRI/PAN, en la que la corrupción era vista como sinónimo del gran papel del sector público en la economía del país y de las fechorías de algunos actores malos en él. Pero para López Obrador, la corrupción no es simplemente una serie de delitos individuales o escándalos aislados; es una consecuencia de la reconfiguración de la relación entre el Estado y el mercado en las últimas décadas. La corrupción se había convertido en parte integral de un régimen de acumulación privada facilitado por el Estado.

Los funcionarios gubernamentales desviaron fondos públicos a través de diversos mecanismos que iban desde la subcontratación de funciones gubernamentales hasta la creación de empresas fantasma paralelas. Un ejemplo claro fue la venta de Telmex en 1990 al magnate corporativo Carlos Slim, un estrecho colaborador del entonces presidente Salinas de Gortari. Este tipo de transacciones convirtieron a las entidades estatales en corporaciones de propiedad privada, dando lugar a una clase ultra rica.

Durante los gobiernos panistas de 2000 a 2012 proliferaron aún más proyectos despilfarradores. Las celebraciones del bicentenario de la Independencia durante el gobierno de Calderón son un ejemplo notable.

 La Estela de Luz, un monumento de cuarzo de cien metros de altura, se inauguró con más de un año de retraso y costó tres veces su presupuesto inicial. Una auditoría federal reveló materiales de construcción a precios excesivos y otras irregularidades.

Estela de Luz, “Este es el obituario de las víctimas de la corrupción”.

Foto: Regeneración, agosto de 2023.

La vinculación que hizo AMLO entre corrupción y neoliberalismo sugería que una solución requería algo más que rediseñar las instituciones públicas; requería invertir la ecuación Estado-mercado – a favor del Estado. Es bastante revelador que la cancelación por parte de AMLO del proyecto del aeropuerto de Texcoco que Peña Nieto había iniciado fuera diferente de los casos anticorrupción anteriores, en el sentido de que apuntaba a un proyecto que simbolizaba la transferencia sistemática y a gran escala de recursos públicos a contratistas privados.

¿AMLO reemplazó entonces el neoliberalismo por un nuevo sistema económico?

A los pocos meses de asumir el cargo, AMLO anunció: “Se abolió el modelo neoliberal, con sus políticas contra el pueblo, de robo y entrega (de los recursos públicos)”. Pero, en mi opinión, la transición hacia el neoliberalismo bajo AMLO, si bien significativa, es moderada. Sus políticas pueden describirse mejor como “posneoliberales”, es decir, sus reformas se dieron dentro del neoliberalismo y simplemente comenzaron a debilitar o transformar principios clave del pensamiento y la política neoliberales. Comenzó un proceso en lugar de instituir un nuevo sistema económico.

Esto significó desmantelar muchos intermediarios privados entre el Estado y la ciudadanía. A empresas intermediarias, ONG, fideicomisos, etc., se les otorgaron contratos estatales para prestar servicios públicos. AMLO veía a estas entidades como opacas, redundantes, caras: cuellos de botella para recuperar los dólares públicos destinados a ser gastados en beneficio del pueblo.

El gobierno de AMLO también rechazó los intentos de privatización. Los megaproyectos de infraestructura liderados por el Estado, como el Aeropuerto Felipe Ángeles, la refinería de Dos Bocas, el Tren Maya, un programa masivo de reforestación –Sembrando Vida– y otros, marcan una ruptura con los proyectos del PRI/PAN, que a menudo eran innecesarios y se dejaban sin terminar. Los proyectos de AMLO enfatizan la importancia de generar empleos en obras públicas y desarrollo económico que fortalezca a las comunidades locales en lugar de desplazarlas.

La administración de AMLO ha actuado decisivamente para reforzar el poder relativo del sector público, en particular en la industria energética. Ha aumentado la recaudación de impuestos de los ciudadanos más ricos en más del 200 por ciento. Conglomerados como Grupo Modelo, Elektra, Walmart y las empresas del multimillonario Carlos Slim ahora están bajo presión para cumplir con sus obligaciones fiscales. El Financial Times describió a Raquel Buenrostro, entonces secretaria de Economía, como una “dama de hierro” que usaba un “látigo sobre los impuestos de las multinacionales”.

Estos esfuerzos produjeron los medios financieros para ampliar los programas de beneficios sociales para el pueblo de México, “y primero, los pobres”, sin aumentar los impuestos, lo que correría el riesgo de alienar al todavía importante sector empresarial de México.

¿AMLO ha preparado el terreno para el crecimiento de una nueva izquierda basada en la clase trabajadora?

Los avances de la clase trabajadora en los últimos seis años han sido sorprendentes. Los salarios reales han aumentado aproximadamente un 30 por ciento. Los ingresos del 10 por ciento más pobre de los asalariados han aumentado un 98,8 por ciento. La desigualdad ha disminuido. Más de cinco millones de personas salieron de la pobreza – la mayor reducción en veintidós años. Pero un nivel de vida en aumento por sí solo no es suficiente para construir una izquierda.

AMLO restauró el lenguaje de clase en la arena política. Su orgullo por su modesto origen rural lejos de la élite urbana y sus ataques a los fifís durante sus conferencias matutinas contribuyeron a su popularidad. Entre otras cosas, provocó que el electorado se polarizara cada vez más en líneas de clase claras. En las elecciones de 2018, el apoyo de la clase trabajadora se dispersó entre varios partidos, incluidos los del bloque neoliberal, mientras que AMLO tuvo un apoyo significativo de los profesionales de clase media. Pero mientras que en 2018, el 48 por ciento de los votantes con educación universitaria apoyó a los candidatos al Congreso de Morena, en 2021 solo lo hizo el 33 por ciento.

Por el contrario, el apoyo de los votantes con solo educación primaria aumentó del 42 por ciento en 2018 al 55 por ciento en 2021.

La pérdida del apoyo de la gente de clase media a AMLO se debe en parte a su degradación simbólica en su narrativa.

A diferencia de AMLO, Claudia Sheinbaum es de izquierda. Comparado con ella, dijo AMLO de si mismo, ¡él es burgués! ¿Cuáles son los desafíos para la izquierda en el poder?

El período neoliberal en México, como en otros lugares, provocó el crecimiento del sector informal, que ahora representa entre el 40 y el 60 por ciento de la fuerza laboral mexicana, y también aumentó su precariedad. Esto ha impedido que las clases trabajadoras generen sus propias demandas y las eleven a la esfera política, lo que ha llevado a una escasez de presión organizada desde abajo para empujar al gobierno hacia la izquierda.

El gobierno de AMLO asumió el poder después de un período prolongado de vaciamiento del Estado, lo que afectó la implementación real de los nuevos planes gubernamentales. Sin departamentos gubernamentales en pleno funcionamiento y servidores públicos con suficiente experiencia y conocimientos, sin capacidad estatal, podemos esperar una dependencia continua de las asociaciones público-privadas y del aparato administrativo militar para construir y operar muchos proyectos de infraestructura.

¿Cuáles son los dilemas inherentes a la transición para alejarse del neoliberalismo? Algunos incluyen el intento de revivir un estado de bienestar con un aparato administrativo deteriorado, las contradicciones de los proyectos neodesarrollistas en vista de la inminente crisis climática, las complejidades de implementar una tributación progresiva durante períodos de crecimiento estancado y los desafíos de alejarse de un modelo de crecimiento impulsado por la inversión extranjera. En consecuencia, la historia de la izquierda en el México del siglo XXI tiene amplia relevancia, ya que estas contradicciones estructurales reflejan los dilemas que enfrenta la izquierda contemporánea en todo el mundo.

Opulencia Loca

¿Qué hacer con los ingresos disponibles? ¡Comprar arte! ¿Por amor, por posición social, por inversión, por lavado de dinero, por fraude o por ostentación y fanfarronear? Sí, todo lo anterior.

Al haber crecido en la ciudad de Nueva York, recuerdo cuando tomaron viejos almacenes abandonados y los convirtieron en espacios de vida y trabajo para artistas. Esos viejos edificios abandonados de los barrios bajos son ahora propiedades inmobiliarias multimillonarias.

The Starving Artist's Survival Guide, Laurie Lindop, Gallery Books, 2005

Avenida Bushwick en Brooklyn, 2017: Peter Moskowitz, ¿Qué Papel Desempeñan los Artistas en la Gentrificación?, Artsy

¿Por qué los artistas hambrientos, esas personas pobres, creativas y dedicadas que trabajan por amor, son tan a menudo la primera línea de la especulación inmobiliaria? Están en la extraña situación de convertir la “nada” en “algo” – la creatividad en ganancias en efectivo. Es una locura que los artistas pobres y hambrientos hagan el camino para la gentrificación.

El enorme y maravilloso Museo Nacional de Antropología en la Ciudad de México es de clase mundial. Refleja un tipo de riqueza social diferente a, digamos, el museo Frick (colección privada de pinturas de viejos maestros, esculturas europeas y artes decorativas) en la ciudad de Nueva York. El papel de la riqueza en el arte y el arte en la riqueza es complicado. Entra Carlos Slim. ¿Quién?

Según Wikipedia:

“Carlos Slim Helú es un magnate empresarial, inversor y filántropo mexicano. De 2010 a 2013, Slim fue clasificado como la persona más rica del mundo por la revista de negocios Forbes. Obtuvo su fortuna de sus extensas participaciones en un número considerable de empresas mexicanas a través de su conglomerado, Grupo Carso”.

Y…

“Fundada en 1986, la Fundación Carlos Slim patrocina el Museo Soumaya en la Ciudad de México, inaugurado en 2011. Contiene 66.000 piezas…

Las pinturas y esculturas de los primeros siglos XV al XX son importantes en otro sentido, como historia. También tiene documentos históricos, oro y plata, clavicordios, colecciones de máquinas de escribir, maquinaria antigua, vidrio, monedas, reliquias religiosas.

Todo bien. Los ricos hacen algunas cosas extraordinariamente bien, como la educación, la comida y, sí, algunos tipos de arte. Pero el dinero lo cambia todo. Los artistas adaptan su obra para que se ajuste al “mercado” y esas colecciones se convierten en museos, que ahora valen una fortuna. Y las ruedas de la acumulación capitalista giran y giran...

Reportes y comentarios recientes de medios progresistas y convencionales, sobre las vidas y luchas en ambos lados de la frontera compilados por Jay Watts

Kurt Hackbarth, Claudia Sheinbaum, Presidenta Jacobin. As she has often stated, [Sheinbaum] did not attain to the presidency alone, and the movement that guaranteed MORENA its second term will need to remain in constant mobilization.

Kurt Hackbarth, Claudia Sheinbaum, presidenta Jacobin Latin America. La primera mujer presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tomó posesión de su cargo esta semana, sucediendo a AMLO tras una aplastante victoria electoral. Es de esperar que la derecha redoble sus ataques mediáticos y encuentre un cómplice dispuesto en Estados Unidos.

Claudia Sheinbaum Swears as the New President of Mexico Telesur English. With the band on her right shoulder, the new president of Mexico delivered a message to the people and began by thanking her successor, Andrés Manuel López Obrador, as well as remembering the martyrs who succeed him and inspire the program that her government carried out.

Sandra Hernández García y Rocío González Alvarado, Asume Clara Brugada el Gobierno de la CDMX La Jornada. En su primer discurso como jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Clara Brugada Molina afirmó que el segundo piso de la transformación implica la revolución de las mujeres para que se liberen como responsables de los cuidados, lo que consideró esclavitud moderna.

Alejandra Garcia, Claudia Sheinbaum: I Will Rule for All Mexicans Resumen Latinoamericano.  Everyone wants to see with their own eyes the woman who is ushering in a new era for Mexico.

Viri Ríos, Airbnb debe regularse más Milenio. Regular a Airbnb es positivo porque su presencia incrementa los precios de las rentas al reducir la cantidad de viviendas que están disponibles para rentas largas. Tener un Airbnb poco regulado, como aparentemente desea el PAN, solo beneficia a la gente más rica que posee más de una propiedad.

Atilio Boron, Mexico: a New Turn for the Left Resumen Latinoamericano. The powerful could not do away with AMLO, who took away many of their privileges and began to put an end to the plunder they had exercised for more than a century. Nor will they be able to with Claudia Sheinbaum.

Alonso Urrutia y Emir Olivares, Sheinbaum envía al Senado regulaciones para elegir a los jueces La Jornada. En conferencia declaró que en esta iniciativa considera opciones en aquellos aspectos en que la reforma constitucional asignó responsabilidades al Poder Judicial en la organización de los comicios si se incumplen.

Justin Rohlrich, DEA ignored waterboarding, torture by Latin American police partners, says watchdog The Independent. The notorious US Drug Enforcement Agency (DEA), which has been waging a very public battle with the Mexican government and been plagued with corruption at its highest levels, has mostly escaped scrutiny by the press in its home country.

Sugeyry Romina Gándara, Un agujero ingobernable Sin Embargo. Nadie en Chilpancingo se salva de los arraigados criminales. Ni las autoridades

El Proyecto de Solidaridad con México junta activistas de varias organizaciones e individuos socialistas y de izquierda comprometid@s a la justicia laboral y global que consideran la elección de Andrés Manuel López Obrador a la presidencia de México como un momento decisivo. AMLO y su partido Morena tienen como objetivo acabar con generaciones de corrupción, empobrecimiento y sumisión a los intereses de Estados Unidos. Nuestro Proyecto apoya no solo a Morena, sino a todos l@s mexican@s que luchan por los derechos básicos y se opone a los esfuerzos de Estados Unidos para socavar la soberanía nacional de México.

Comité editorial: Meizhu Lui, Bruce Hobson, Victoria Hamlin, Agatha Hinman, Courtney Childs. Agradecemos sus sugerencias y comentarios. ¿Interesada/o en participar? ¡Envíanos un correo!

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